Te acordas cuando un hermano mayor, te sacaba algo, te decía tomá, tomá, y cuando lo ibas a agarrar te lo ponía bien alto y se reía, y vos tipo:-"ah, dámelo, le voy a decir a mamá-" entonces tú hermano te decía na mentira no le digas nada, tomá, y cuando lo ibas a agarrar te hacía lo mismo una y otra vez... Cuánto más insistas, y más confiabas en que te lo iba a dar, más se reía. Insistias e insistias, con incansable esperanza, volvías a insistir aún cuando no era ni la primera, ni la segunda vez que lo hacía... Ni la tercera ni la cuarta. Cuando ya te cansabas y decías: "-bueno quedátelo, ya no lo quiero-" ahí recién lo soltaba y ya no le importaba arrebatártelo.
Te ha pasado en la vida desear algo profundamente y tenerlo tan cerca, que cuando lo estás por alcanzar, te lo retiene? No insistas, olvídalo, SOLTÁ.
YA SABES LO QUE PASARA DESPUES 😉
No hay comentarios:
Publicar un comentario